29 jun 2007

parque central

lo conocí en el jardín de un vecino. debo decir, los conocí porque eran dos chicos que me gustaron después de hace no sé cuánto tiempo de no fijar los ojos en nadie. pues bien, resultaron ser hermanos. primero coquetié con el mayor, después con el menor. uno me dio su email, el otro su número de teléfono. diablos, a cuál llamar. el más grande era interesante, pero sentí gran atracción por el de menos edad. vaya, qué novedoso. la cosa es que me animé a enviarle un mensaje y quedamos de juntarnos cerca del parque y caminar. en el camino conocí a un tercer chico, pero anoté su fono en la libreta y seguí camino. nada me impediría llegar a una cita más que merecida. caminamos y caminamos por el central park, apareciendo en lugares que nunca había visto: la escultura de Alicia en el país de las maravillas, el castillo, el bosque encantado. ahí nos pilló la noche y hasta había luna. yo que no tenía intenciones tan románticas cerraba los ojos y sentía el viento y los gritos de los pájaros entre los besos. no estaba tan oscuro en la casita de madera en que las cosas se pusieron más apasionadas, pero en fin, un poco de espectáculo de vez en cuando no le hace mal a nadie.

22 jun 2007

El colgado

Ante la aparición de esta carta del tarot una vez más en mi tirada, y la inminencia de una crisis o de una gran cambio después de un momento de detención, trato de recordar qué cosas he hecho en new york desde que llegué. Porque de alguna manera la sensación es como que en algún minuto el reloj se hubiera detenido.

Lista de cosas disfrutadas -algunas no las disfruté como se debiera porque estaba deprimida-:

Fiesta de clausura del festival de Tribeca a la que asistí sin ser invitada, lo mismo a una fiesta más pequeña en un bar dentro del mismo certamen.

Viaje a Washington para seguir la pista de unos manuscritos.

Sentarme a la barra de un bar y volver a degustar a solas una cerveza fría.

Concierto de Antibalas al que asistí sola y me retiré antes que terminara.

Caminata por los muelles del río Hudson.

Cena vegetariana con Juan.

Clases de Bikram yoga para eliminar la depre.

Visita de mi amigo Gabo, noche de juerga en un bar del barrio.

Fiesta en casa con amanecida, comida peruana al otro día, visita al estudio de Renzo y los graffitis de Long Island.

Las polillas del Queen Sofía Spanish Institute y sobre todo su vino.

El cumpleaños de Iñigo en el restorán indio al que me invitó Patricia. La tortilla de patatas de ambos.

El parque Sócrates y su barco instalación en compañía de White. La piña colada de White y el domingo de jazz en el living de su vecina que hace el mismo evento hace 15 años.

Los huaynos de amanecida y el baile en la cocina en la fiesta de Natalia.

Ver La cena de Judy Chicago en el museo de Brooklyn junto a una exhibición de arte feminista.

Dejarme mojar por completo con la lluvia una tarde de domingo.

El jugo de zanahoria y el silencio de la casa de Rey, donde he leído los mejores poemas de su padre, Alberto Rubio, y su hermano Armando. Su librito viejo de poetas contemporáneos griegos.

La visita al open studio de un artista de Washington Heights y el vino Ensolei que heredó de un amigo muerto.

La yerba hidropónica de Sugar feet.

El reencuentro con Nicole, la poesía y los poetas.

La noche de mujeres en la casa de Tanya.

El cochayuyo cocinado por Tevo.

Peregrinación por los jardines comunitarios del alto Manhattan.

Imprimir el primer capítulo de mi libro.

La clase de danza árabe que tomé ayer.

20 jun 2007

fragmentos


no sé si el libro de roland barthes me hizo bien o mal; al principio recobré la capacidad de reír de mí misma, tanto que quedé del lado de su escepticismo malsano, dudando de todo, hasta del libro que por fin me siento a corregir por milésima vez ahuyentando las distracciones.

dato curioso: barthes escribió sobre el amor y parece haber sufrido por él y sin embargo, hasta el último minuto de su vida vivió con su madre, poco antes de ser atropellado por un tranvía en un momento en que cruzaba la calle distraído.

13 jun 2007

café en el correo central

Santiago, abril del 2007

Dos cartas sobre la mesa. Una para USA, en el interior van hojas otoñales y besos de papel. Otra para la madre de Nicole en P.R. Una taza de té verde. Un libro dejado boca abajo, abierto, Los papeles de Aspern, de H James. Por la ventana, la autora nuevamente motivada divisa fragmentos de la Plaza Armas. Cree que sí, que esta vez será capaz de bancárselas con sus manuscritos. De hecho, hace tiempo no escribía cartas a mano, o más bien no escribía nada a mano.

9 jun 2007

me quiere mucho poquito o nada

él existe sólo en la medida en que me quiera; de lo contrario se esfuma como la imagen de un espejo en el que olvido mi narcicismo.

5 jun 2007

otro guiño de Emar

Cuando ya no lo recordaba vuelve a aparecer, tal vez una señal de continuar el diario y olvidarme de las disposiciones editoriales sobre cantidad de páginas y tiempo de producción. Uno compite consigo mismo y recién comienzo a el precalentamiento.

Pero para ir al grano, comparto con uds el mensaje que llegó hoy:

Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "pistas":

El nieto de Juan Emar es Juan Pablo Yañez Barrios. El hace una revista llamada Dedal de Oro (www.dedaldeoro.cl) y tiene una librería en San José de Maipo. Da la casualidad de que el también es nieto de Eduardo Barrios (Barrios y Emar eran consuegros).

Una información anónima


Deberé rastrear esta pista?