En la piel se intersecta la ruta de animalejos diminutos, te confunden con muro tal vez, con tierra, con agujeros, y caminan trabajosamente a lo largo de tu geografía sin encontrar más alimento que el rojo aliento de tu vida. Compiten por quién bebe más, quién es el más furibundo chupador de venenos, recuerdos y sabias que te recorren.
Los insectos internándose en la piel, anexándola a sus inexorables rutas, marcando cada tramo con señales inalcanzables al ojo humano, inexactas. Alguien se encarga de transcribirlas en un tablero con los horarios de aquel micromundo.
Planeto rojo. 9am. Bienvenidos turistas, los trataremos intensamente, con un cuidado puntilloso y agudo (como nuestros dientes de hormigas, oh, perdón eso es un error que no debió salir en los anuncios)
Dulce de cada día. 11 am. No molestar. Do not disturb. Abejas obreras trabajando, no insistir, ya se lo advertimos, estaremos alertas con nuestras lancetas por si volvemos a verlo por acá.
(Palenque, agosto 2010)
1 comentario:
TE SIGO! Espero que te pases por mi blog http://lauritabm.blogspot.com/ y comentes los post y si quieres me sigas :) Un besito.
Publicar un comentario