28 abr 2007

bienvenida a la selva de cemento

nueva york detrás de las lágrimas es horrible. cualquier sensación de tristeza la agudizan los escaparates, la zona cero, wall street, la gente corriendo rauda en sus mundos individuales, el tren subterráneo. trabajo hasta enajenarme y lloro en los momentos libres, hasta que de pronto la nube se disipa milagrosamente. sé que es momentáneo y que en cualquier minuto volverá la angustia, pero tal vez no. de toda esta confusión una o más cosas tengo claras: no estoy para sufrir por un hombre. puedo bancármela sola.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Siempre te leo y nunca comento, me gusta mucho cómo escribes.
saludos!

pd: hay que pensar así, sino la pena sería crónica.

nicolececilia dijo...

parece que llorar por ahí está de moda en estos días