30 dic 2007

el reino

mis asentamientos son tan efímeros que apenas salgo de uno de ellos pareciera como que todo se desvanece y me viene siempre una angustia por lo no realizado, lo que no dije, lo que no conocí mejor, etc, es una trampa bastante cruel. desde que llegué a santiago me he recriminado por comer demasiado, ingerir alcohol en exceso, no darme el tiempo para conversar a fondo con cada uno de mis amigos, por no visitar a otros, por no poner atención a gente querida, por no hacer ejercicio, por no poder escribir, por estar angustiada por cierta claustrofobia que me produce el estar rodeada de personas en la casa familiar. pero hoy vino a mi una frase mientras practicaba yoga después de muchos, demasiados días: uno retoma más o menos donde quedó. lo mismo pasa con las escrituras a medio camino. entonces sólo se trataría de un poco más de esfuerzo y de perseverar, de seguir adelante sin culpas por robarse el tiempo de uno mismo y negárselo a ratos a los demás. así es este cuento...regalo de año nuevo

1 comentario:

Anónimo dijo...

te mando un beso-te
y deseos de que tengas un año bien chiiido y que por ahí nos encontremos