2 jun 2005

graffiti


La escritora fracasada tiene resaca y prácticamente no es capaz de escribir hoy, garrapatea con dificultad estas líneas. Recuerda a Jane Bowles en sus cartas quejándose de las borracheras que la dejaban tres días sin escribir. Recuerda el despertar en el 3º de 321 broadway, en el cuarto desocupado, completamente desnuda, sin rastros de su ropa que encontró desparramada en la sala a un lado del sofá mientras se recordaba a sí misma bailando con un argentino en la fiesta de anoche en el 4º, tras haber divisado a P llegar, saludar a su nueva novia, fugarse juntos a la azotea, luego a la sala, desaparecer más tarde en el cuarto. Tras haber bebido incansablemente y esbozar de la misma forma un discurso en torno a la pérdida, a la ciudad de Nueva York, a la sensación de estar en una montaña rusa con la gloria de las subidas y el vértigo de las bajadas, sobre la importancia de aquellas bajadas, mientras el argentino con cara de intelectual la miraba coquetón intentando seducirla y ella hilaba su discurso con algunas lecturas. No recuerda si fue él quien le quitó la ropa. Recuerda haber escrito con rouge en el espejo del baño el verso de Gajaka sobre el amor al fracaso, y firmar como él. No recuerda nada más. Le duele todo.


las borracheras son como las borraduras?

1 comentario:

Gabriel del Casal dijo...

Lina, Montecinos, donde estas ahora. Escribeme.
Te recuerdo en aquellas noches de verano tratando de sobrevivir con el tedio encantado.
Gajaka