14 feb 2006

al ritmo de la noche

Booklyn.-
el sábado que volví un hombre canoso ponía en orden la barra. No te había visto antes, dije. Estaba en el hospital, respondió. ¿Y qué haces aquí? Soy el que limpia los baños, pero esta noche seré tu ayudante. Le di las gracias. Al ofrecer un vaso para sus propinas explicó que él no las recibiría. Pregunté si era el dueño. Respondió que sí, que había comido en los mejores restoranes y dormido en los mejores puentes del mundo, que había estado en la calle, que había tenido necesidades, que fue reportero de El Sol de México antes mucho antes de imaginarse poniendo un bar de ficheras, que respetaba a todo el mundo por igual, sin importar cuánto ganaban o a qué se dedicaran, que por eso prefería presentarse como el más humilde.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿y donde quea ese barcito querida alina?

Anónimo dijo...

cuando Alina decidió ir conquistando américa un escalofrío me recorrió mi cuerpo paceño-Pacheco me decía-testay quedando pegado y fué entonces cuando decidí ir recorriendo para el interior de Comala
y en las barras del bar La playa de Valparaíso y la del bar inglés de coquimbo fuí encontrando las señas de la reyes en cartas manuales que dejaba a camareros que eran hombres o mujeres que habían recalado en la barra frente al espejo al temblor a la borra de la copa de la sed
se fué orillando el periodismo hacia la poética del viaje y dejó el código de barras por el mapa de algunas américas ladinas que no salen en couché sino que se conversan, se dibujan, se despliegan en los bares y se dejan en los veladores de habitaciones que van nutriendo la literadura
la barra en movimiento viva que guiñea la poética Tellieriana pero retomando desde la lucidez del hembral
mostrando la pierna pero no sirviendo el café, revirtiendo de esta manera el nuevo género del cuanta de azúzar mi amor,
asi que Pacheco se contenta de encontrar en esta momia roja, la plaza Alina reyes, que vitaliza el periodismo bastardo que invade los kioskos de la red y de la esquina

Alina Reyes dijo...

el bar queda en brooklyn, new york, olvidé ponerlo en el post, ustedes perdonarán. También que me haya tomado unas cybervacaciones en Chiloé
vuelvo pronto
alina