28 nov 2006

shorthand

el chico con el que me fui una noche se me ha aparecido en dos ocasiones casi seguidas, primero se cruzó en mi camino el sábado a mediodía, en el barrio; luego en el andén hace unos minutos, tenía una paja colgando de los labios, la mascaba, nuestras miradas se cruzaron brevemente atraídas por el músico polaco que alegra las mañanas de los pasajeros. el hombre del violín vuelve casi amable la palabrería incesante que escapa de los parlantes. la mujer de al lado en el vagón, lee un texto del new york times, por más que intento de reojo sólo alcanzo a agarrar un término que me queda dando vueltas: mano corta, taquigrafía, señales. el chico estaba borracho esa noche en que nos fuimos juntos. le anoté mi teléfono en una postal con el puente de Williamsburg. nunca llamó. ahora me pica la palma izquierda. lo hubiera buscado antes, ya no.

2 comentarios:

Karlo dijo...

Cuando pica la palma izquierda...
es que te va a llegar un regalo :)
o dinero!?

weno algo asi decia mi aweli :/


salu2 cordiales
Atte KarLo

Anónimo dijo...

Hola,

Llegué sin querer aquí buscando el nombre de tu blog; andaba haciendo una trilogía suicida sobre poetas Latinoamericanos. Si tu eres Aline Reyes, yo soy tu Jorge Cuesta.

Escandalosamente apuesto.

Papasquiaro