18 sept 2006

un cuarto propio

ya no escribo en las paredes del subway, suelo hacerlo en computadores prestados. mi cuarto es ajeno, despliego objetos personales para volverlo mio; cada paso es en parte una apropiacion. antes de dormir debo olvidar la claustrofobia frente a la ausencia de aire real. no se si alguna vez he sido un espejo que refleje a los hombres al doble de su tamano, como afirma Virginia Woolf -creo que si, en mas de una ocasion-, lo unico que se es que no consigo el estipendio anual ni la puerta con llave para escribir tranquila, aun asi tecleo, virginia, y trato de ser yo misma, aunque me cueste, y salto lejos de vez en cuando sin mirar a los lados, tampoco miro atras.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué más decir... Cuando me dijeron que tu misión en el imperio del mal era terminar el famoso libro en cuestión...
El libro terminó que rato...
Te extrañé en el asado dieciochero. Vino la vecina y el adolescente.

ruperto dijo...

me enkantaria entenderte bueno kreo ke de apoko lo are


me despido besitos

shaauuuuu

Rodrigo Hidalgo dijo...

cuarto propio... no es una editorial donde podrías por ejemplo publicar ese tu libro, el que terminó que rato?