12 ene 2007

literatura policial

Al final uno es como un detective, pienso, cuando la sobrina de la heredera de la escritora me responde y confirmo que efectivamente ella es ella. Cómo conseguiste el teléfono de su casa?, pregunta la editora. Me lo dieron en su ex oficina, simple, la suerte estuvo de mi lado, nada más.

La idea no es nada nueva. Bolaño lo planteaba en su escritura presentada al lector como pistas para descifrar, como fragmentos o diferentes versiones de una historia que nunca sabríamos por completo. Auster también juega con eso -coincidencias o no, había marcado una frase antes de verme involucrada en este nuevo misterio-: "El detective es aquel que busca, que escucha, que se mueve a través de una maraña de objetos y eventos para encontrar el pensamiento, la idea que estructurará las cosas y les dará un sentido. En efecto, el escritor y el detective son intercambiables". Y este caso recién comienza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen hallazgo. Buen artículo en la 3. No es la suerte, es talento puro. Saber moverse por la ciudad. Cariños, G.